domingo, 23 de septiembre de 2007

Marina (Carlos Ruiz Zafón)

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…el océano del tiempo tarde o temprano nos devuelve los recuerdos que enterramos en él.

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Todos tenemos un secreto encerrado bajo llave en el ático del alma.

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No se puede entender nada de la vida hasta que uno no entiende la muerte.

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El dinero no compra la felicidad (…) pero compra todo lo demás.

- 103 -

A veces, las cosas más reales sólo suceden en la imaginación (…). Sólo recordamos lo que nunca sucedió.

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El tiempo hace con el cuerpo lo que la estupidez hace con el alma -dijo señalándose a sí mismo-, lo pudre.

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La envidia es un ciego que quiere arrancarte los ojos.

- 146 -

El que no sabe adónde va no llega a ninguna parte.

- 165 -

La juventud es una novia caprichosa. No sabemos entenderla ni valorarla hasta que se va con otro para no volver jamás.

- 202 -

Los artistas viven en el futuro o en el pasado; nunca en el presente.

- 217 -

…él creía que la vida nos concede a cada uno de nosotros unos escasos momentos de pura felicidad. A veces son sólo días o semanas. A veces, años. Todo depende de nuestra fortuna. El recuerdo de esos momentos acompaña para siempre y se transforma en un país de la memoria al que tratamos de regresar durante el resto de nuestra vida sin conseguirlo.

- 261 -

Un buen amigo me dijo una vez que los problemas son como las cucarachas. Si se sacan a la luz, se asustan y se van.

- 272 -

Conservo sus consejos y sus palabras guardados bajo llave en el cofre de mi memoria, convencido de que algún día me servirán para responder a mis propios miedos y a mi propias dudas.

jueves, 20 de septiembre de 2007

El mar (John Banville)

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La pérdida, el dolor, los días sombríos y las noches de insomnio, esas sorpresas tienden a no quedar registradas en la placa fotográfica de la imaginación profética.

- 109 -

Hubo una época en que me gustaba bastante lo que veía en el espejo, pero ya no. Ahora me quedo asustado, y más que asustado, por el semblante que aparece tan de súbito, y que nunca es ni mucho menos el que espero.

- 112 -

No hay nada en el rostro humano que soporte una prolongada observación.

- 124 -

La felicidad era diferente en la infancia. Entonces se trataba tan sólo de acumular, de coleccionar cosas -nuevas experiencias, nuevas emociones- y aplicarlas como si fueran relucientes azulejos en lo que algún día sería el maravillosamente acabado pabellón del yo.

- 182 -

Los filósofos nos dicen que los demás nos definen y nos hacen ser lo que somos.