viernes, 29 de diciembre de 2006

El sueño del caimán (Antonio Soler)

- 11 -

Dentro de mí hay un río. Un flujo lento que en su superficie lleva troncos de árboles, imágenes de otro tiempo.

- 30 -

La memoria también es un río, una corriente que lo arrasa todo cada vez más lejos. Luego el propio río desaparece y en la tierra queda un surco, una cicatriz. A veces sentimos cómo aguas subterráneas nos recorren lentamente y no sabemos de donde proceden ni qué camino siguen.

- 59 -

En mi cerebro a veces sólo hay un desierto. Un lugar en el que no hay viento ni vida. Una casa vacía con los postigos muertos. Me siento en medio de esa casa y oigo la chicharra lenta, casi audible, de mis huesos.

- 71 -

Los verdugos caminan en la noche y no entienden de perdón ni de autoridad ni de democracia ni de libertad. La muerte elige, no discute.

miércoles, 27 de diciembre de 2006

Los girasoles ciegos (Alberto Méndez)

- 11 -

Superar exige asumir, no pasar página o echar en el olvido. En el caso de una tragedia requiere, inexcusablemente, la labor del duelo, que es del todo independiente de que yaha o no reconcialiación y perdón. En España no se ha cumplido con el duelo, que es, entre otras cosas, el reconocimiento público de que algo es trágico y, sobre todo, de que es irreparable. Por el contrario, se festeja una vez y otra, en la relativa normalidad adquirida, la confusión entre el que algo sea ya materia de historia y el que no lo sea aún, y en cierto modo para siempre, de vida y ausencia de vida. El duelo no es ni siquiera cuestión de recuerdo: no corresponde al momento en que uno recuerda a un muerto, un recuerdo que puede ser doloroso o consolador, sino a aquel en que se patentiza su ausencia definitiva. Es hacer nuestra la existencia de un vacío.
Carlos Piera, "Introducción" a Tomás Segovia: En los ojos del día: antología poética.

- 67 -

Cuando algo es inexplicable, aventurar una razón plausible es lo mismo que mentir porque los que necesitan administrar verdades suelen llamar a la confusión mentira.

- 129 -

Tuvo que reconstruir el camino de las caricias de añtaño y jadear quedamente para atraer las pasiones enterradas en los rincones del miedo. Ayudó a que las manos (…) emprendieran la búsqueda de sus secretos y terminó arrodillándose para llamar con los labios el vigor que se escondía bajo todas las tristezas.

- 146 -

En alquel ovillo de moralidades, el cuerpo estaba proscrito y las sensaciones que a través de él percibíamos eran buenas si eran fruto del dolor o, a nada de placer que produjeran, eran malas. La salud tenía que ver con el sacrificio mientras que la enfermedad sobrevenía siempre por la satisfacción de los instintos.

sábado, 21 de octubre de 2006

Luna amarga (Pascal Bruckner)

- 132 -

¿Que es una pareja? La renuncia a la existencia a cambio de la seguridad, el rostro sin atractivo del amor legítimo. Ese espacio cerrado que trivializa a los seres menos dotados para lo trivial, entorpece a los más mercuriales. Veía a mi alrededor individuos que se zambullían en la mediocridad, envejecían resignándose, abandonaban uno a uno los impulsos de su juventud, cambiándolos por las marismas del funcionariado conyugal. Veía hombres audaces, mujeres libres a quienes la vida en pareja había desmovilizado, quitado encanto, a quienes la cohabitación había mellado. Odiaba el mimetismo de los concubinos, su facilidad para adoptar los defectos del cónyuge, su viscosa complicidad e, incluso, su traición que les une más todavía. No había uno sólo de mis amigos que escapara de esta cursilería, que no fuera el escandaloso ejemplo de mi condición. No podía eludir la seguridad de que la verdadera vida está en otra parte, lejos de los míseros expedientes de la pareja y las virtuosas estupideces del amor loco (que de hecho es la cima de la tibieza, porque pretende hacernos perpetuamente soportable la compañía de la misma persona). Pensar que debería soportar esa fláccida relación en las interminables tinieblas de una existencia echada a perder, me ponía los pelos de punta. Quería abandonar a Rebecca como una serpiente: dejando entre sus manos un despojo que ya no era yo, un Franz que había mudado de piel, entregándole una apariencia en la que ya no habitaba. Rebecca se desolaba ante mis intenciones, sintiéndome siempre más dispuesto a amar a cualquiera que a ella. Por aquel entonces, toda mujer me parecía preferible por el mero hecho de ser otra. Algunas noches, mientras me pudría en el calabozo conyugal...

- 139 -

¿Hay peor herida que advertir que el fuego de una pasión se retira de ti como el mar se retira de la playa cuando baja la marea?

- 140 -

...Veía la mirada de Rebecca implorando en silencio, solicitándome unas explicaciones racionales que yo no tenía. Mi deseo de ruptura era tan arbitrario como mi flechazo de hacía dos años. - Pero dime qué te he hecho, si te he enojado, si te he herido... -¿Que me has hecho? Nada: Sencillamente, cometes el error de existir.

jueves, 10 de agosto de 2006

La ruta de la seda (Colin Falconer)

- 219 -

Esto es una locura. Sin embargo, en nuestro interior hay anhelos que van más allá de los pensamientos racionales, pasiones a las que estamos esclavizados. Tratamos de convencernos de que somos libres, pero cuando esos anhelos y esas pasiones nos susurran una orden, reaccionamos con ciega obediencia.

jueves, 29 de junio de 2006

Las intermitencias de la muerte (José Saramago)

- 45 -


Las religiones, todas, por más vueltas que le demos, no tienen otra justificación para existir que no sea la muerte, la necesitan como pan para la boca.

- 147 -

Señir director, escribía, yo no soy la Muerte, soy simplemente la muerte, la Muerte es algo que ni por sombra le puede pasar por la cabeza qué es, ustedes, los seres humanos, sólo conocen, tome nota el gramático de que yo también lo sabría por ustedes, los seres humanos, sólo conocen esta pequeña muerte cotidiana que soy, esta que hasta en los peores desastres es incapaz de impedir que la vida continúe, un día llegarán a saber qué es la Muerte con letra mayúscula, en ese momento, si ella, improbablemente, les diese tiempo para eso, comprenderían la diferencia real que existe entre lo relativo y lo absoluto, entre lo lleno y lo vacío, entre ser todavía y el no ser ya, y cuando hablo de diferencia real me refiero a algo que las palabras jamás podrán expresar, relativo, absoluto, lleno, vacío, ser todavía, no ser ya, qué es esto, señor director, porque las palabras, si no lo sabe, se mueven mucho, cambian de un día a otro, son inestables como las sombras, sombras ellas mismas, que tanto están como dejan de estar, pompas de jabón, caracolas que apenas dejan oír la respiración, troncos cortados…

- 251 -

(…) quizá no la más guapa entre la asistencia femenina, pero guapa de un modo indefinible, particular, no explicable con palabras, como un verso cuyo sentido último, si es que tal cosa existe en un verso, continuamente escapa al traductor.

viernes, 2 de junio de 2006

El invierno en Lisboa (A. Muñoz Molina)

- 89 -

Los nombres, como la música, (…) arrancan del tiempo a los seres y a los lugares que aluden, instituyen el presente sin otras armas que el misterio de su sonoridad.

lunes, 29 de mayo de 2006

La historia del amor (Nicole Krauss)

- 10 -

Lo único que quiero es no morirme un día en que nadie me haya visto.

- 17 -

Mi corazón es débil y poco fiable. Cuando me muera, será del corazón. Procuro castigarlo lo menos posible. Si presiento que algo ha de afectarlo, lo desvío haci otro sitio. El vientre, por ejemplo, o los pulmones, que pueden colapsarse un momento, pero siempre vuelven a tomar aliento. Las pequeñas humillaciones coditianas, por ejemplo, si al pasar por delante de un espejo me veo la cara de improviso, o estando en la parada del autobús unos chavales se acercan por detrás y dicen "¿No hueles a mierda?", suelo encajarlas con el hígado. Otros ataques los dirijo hacia distintos puntos. El páncreas lo reservo para la nostalgia de todo lo perdido. Es verdad que es un órgano muy pequeño para tantas cosas. Pero te sorprendería lo mucho que puede aguantar, lo único que siento es un dolor agudo, pero pasa enseguida. A veces imagino mi propia autopsia. Decepción que provoco en mí mismo: riñón derecho. Decepción que provoco en los demás: riñón izquierdo. Fracasos personales: tripas. No pretendo haber hecho de eso una ciencia. Tan bien estudiado no lo tengo. Tomo las cosas como vienen. Es sólo que he observado cierta pauta. El día en que se atrasan los relojes y oscurece antes de lo que yo esperaba, eso, por razones que no puedo explicarme, lo noto en las muñecas. Y cuando me despierto con los dedos yertos, es casi seguro que estaba soñando con mi niñez. (…) Dedos yertos, así vuelve a mí, al final de mi vida, el sueño de mi niñez. He de ponerlos bajo el chorro de agua caliente, el vapor empaña el espejo, fuera hay revuelo de palomas. Ayer vi a un hombre dar un puntapié a un perro, y lo sentí detrás de los ojos. No sé como llamarlo. Es el sitio que está antes de las lágrimas. El dolor del olvido: las vértebras. El dolor del recuerdo: las vértebras. Todas las veces en que, de pronto, me doy cuenta de que mis padres han muerto, porque aún hoy me sorprende estar en este mundo cuando lo que me creó ha dejado de existir: las rodillas, y necesito medio tubo de lilimento y muchos sudores sólo para doblarlas. Cada cosa tiene su momento, y cada vez que, al despertar, he caído en el error de creer por un momento que a mi lado dormía alguien: una hemorroide. La soledad: no hay órgano que pueda asimilarla toda.

- 69 -

Aquel espacio estuvo vacío mucho tiempo. Quizás años. Y cuando al fin volvió a llenarse, tú sabías que el nuevo amor que sentías por una mujer hubiera sido imposible sin Alma. De no ser por ella, nunca hubieras tenido ese espacio vacío ni sentido la necesidad de llenarlo.

- 92 -

…la "irreconciliable contradicción de ser animales condenados a tener concienca de sí mismos y entes morales condenados a tener instintos animales".

- 129 -

“Son tantas las palabras que se pierden… Salen de la boca, se atemorizan y vagan sin rumbo hasta que son barridas a la cuneta como hojas secas. Los días de lluvia puede oírse su coro que se alja veloz.
YoerabonitaNotevayastelosuplicoTambiényocreoquetengoelcuerpodecristal
NuncahequeridoanadiemásqueatiYomeencuentrodivertidaPerdóname…
Hubo un tiempo en que era normal ensartar las palabras en un hilo para guiarlas y evitar que se extraviaran por el camino hacia su destino. Los tímidos solían llevar un carrete en el bolsillo, pero la gente pensaba que también lo necesitaban los audaces que hablaban a gritos, porque muchas veces los que están habituados a ser oídos por muchos no saber hacerse oír por uno solo. La distancia física entre dos personas que estuviesen usando el hilo no tenía por qué ser larga; a veces, cuanto más corta la distancia más necesario era el hilo.
(…) A veces no hay hilo que sea lo bastante largo para que uno pueda decir lo que debe. En tales casos, lo único que puede hacer el hilo, cualquiera que sea su forma, es conducir el silencio de una persona.”

- 147 -

Y sin embargo. Cuando terminó, yo había sido iniciado en el misterio que marcaa el principio del fin de la infancia. Tardaría años en agotar toda la alegría y el dolor que nacieron en mí en aquel medio minuto escaso.

- 180 -

Y es que en el mundo existen dos clases de personas: las que prefieren la tristeza en compañía y las que prefieren la tristeza en soledad.

- 269 -

Ahora que la mía casi ha terminado, puedo decir que, para mí, lo más asombroso de la vida es la capacidad de cambio. Un día eres una persona y al día siguiente te dicen que eres un perro. Al principio se te hace duro, pero luego aprendes a no considerarlo una pérdida. E incluso llega un momento en que sientes euforia al descubrir lo poco que necesitas que permanezca igual para seguir empeñado en ese esfuerzo al que llaman, a falta de una palabra mejor, ser humano.

martes, 23 de mayo de 2006

El bosque de los Pigmeos (Isabel Allende)

- 59 -

La verdadera amistad, pensaban, resiste el paso del tiempo, es desinteresada y generosa, no pide nada a cambio, sólo lealtad.

- 149 -

Carecían de palabras para describir ese delicado sentimiento y temían que al hacerlo se rompiera, como cristal. Expresar su relación en palabras significaba definirla, ponerle límites, reducirla; si no se mencionaba permanecía libre e incontaminada.

lunes, 15 de mayo de 2006

La edad de la inocencia (Edith Wharton)

- 8 -

(…) una ley incuestionable del mundo de la música ordenaba que el texto alemán de las óperas francesas, cantandas por artistas suecas, debía traducirse al italiano para mejor comprensión del público de habla inglesa.

- 179 -

El aire de las ideas es el único aire que merece respirarse. Por eso nunca me arrepentí de abandonar tanto la diplomacia como el periodismo, dos formas diferentes de la misma autoabdicación.

- 198 -

Simplemente sentía que si podía llevarse la imagen del pedazo de tierra sobre el cual ella caminaba, y la manera en que el cielo y el mar lo circundaban, el resto del mundo prodría parecer un poco menos vacío.

- 253 -

- ¿Apenas me recordabas?
- Quiero decir… ¿cómo te lo explico? Siempre me pasa lo mismo. CADA VEZ SUCEDES DE NUEVO PARA MI.

martes, 25 de abril de 2006

Sueño profundo (Banana Yoshimoto)

- 73 -

No recuerdo si esto me había ocurrido con anterioridad, pero cuando me enfrenté a las tinieblas de mi corazón, cuando me sentí herida en lo más hondo y me rompí en pedazos, exhausta, de improviso emergió de mi interior una fuerza inexplicable.

martes, 21 de marzo de 2006

El anillo (Jorge Molist)

- 160 -

Creía que la vida transcurría viajando hacia Ítaca. La Ítaca de cada uno; que la vida está en el camino, no en la llegada. El último puerto es la muerte.

- 279 -

"Cuando salgas hacia Ítaca, pide que el camino sea largo, no apresures tu viaje, que dure muchos años, y cuando atraques en la isla, ya viejo, y docto por lo aprendido en el camino, no esperes que Ítaca te enriquezca. Ítaca te ha dado el viaje, y aunque la encuentres pobre, no te ha engañado y así, ya sabio, sabrán lo que significan las Ítacas" (Constantin Kavafis)

- 279 -

Pasamos la vida deseaando alcanzar algo, persiguiendo sueños, creyendo que cuando tengamos eso tendremos la felicidad. Pero no es así. La existencia está en el camino, no al final. No importa cuán bello, importante, espiritual sea lo que pretendemos. La última parada es siempre la muerte. Si no sabemos ser felices, ser mejores, ser quienes queremos ser en el trayecto, tampoco encontraremos eso al final. Ésa es la razón por la que debemos disfrutar del momento. La vida está llena de tesoros que la gente persigue, son cosas que creen que les proporcionarán la dicha, pero acostumbran a ser espejismos y a veces, alcanzando su anhelado deseo, uno sólo encuentra ell vacío entre sus manos.

jueves, 23 de febrero de 2006

Elegía (Philip Roth)

- 103 -

El hombre pierde la pasión en el matrimonio y no puede vivir sin ella. La mujer es pragmática. La mujer es realista. Sí, la pasión ha desaparecido, ella es mayor y distinta a la que era, pero le basta con tener el afecto físico, tan solo estar con él en la cama, los dos abrazados. El afecto físico, la ternura, la camaradería, la intimidad… Pero él no puede aceptarlo, porque es un hombre incapaz de vivir sin la pasión.

- 120 -

La vejez es una batalla, querido, si no es con esto, entonces con lo otro. Es una batalla implacable, y precisamente cuando estás más débil y eres menos capaz de invocar tu viejo espíritu de lucha.

- 129 -

De haber sido consciente del sufrimiento mortal de cada hombre y mujer a los que había conocido durante sus años de vida profesional, de la dolorosa historia de pesar, pérdida y estoicismo de cda uno, de miedo, pánico, aislamiento y terror, de haber conocido cada cosa que les había sido arrebatada y que en otro tiempo había sido vitalmente suya, y la manera sistemática en que eran destruidos, habría tenido que permanecer junto al teléfono todo el día hasta la noche, haciendo otro centenar de llamadas por lo menos. La vejez no es una batalla; la vez es una masacre.

miércoles, 15 de febrero de 2006

Un sultán en Palermo (Tariq Ali)

- 55 -

Para que los dioses existan, basta que la gente crea en su existencia.

martes, 31 de enero de 2006

Verás el cielo abierto (Manuel Vicent)

- 20 -

Tal vez no voy a tener el valor de levantar la tapa de la quesera, con la que trato de proteger mi alma de las moscas, a no ser que la escritura desate el nudo asentado en el diafragma.

- 72 -

Los delfines duermen sólo con la mitad del cerebro. La otra mitad debe permanecer en vigía para salir a flor de agua cada cinco minutos para respirar. Es toda una lección para no morir que uno puede aplicarse.

- 80 -

¿Qué es el tiempo? Responder a esta pregunta filosófica es muy sencillo: el tiempo es cada arruga del rostro, la amargura de la sonrisa, el cansancio de la mirada, la sensación de que ya se ha vivido bastante y que hay que acabar.

- 109 -

Una ciudad deja de existir cuando en ella ya no amas a ninguna mujer.

- 124 -

Como un espejo voraz que destruyera las imágenes a medida que las reflejaba, como la vida ha hecho con mi cuerpo, también con mi alma, el tiempo ha borrado estos lugares o los ha transformado.

- 143 -

(…) más allá de cualquier ideología política siempre he considerado que esas gentes me robaron el paraíso, lo ordenaron, lo llevaron a la notaría y se lo apropiaron.

- 190 -

Aquellos compañeros de colegio tan alegres, ¿adónde habrán ido a parar?, las dulces niñas de faldas tableadas y zapatos planos, ¿en manos de qué infame mastuerzo habrán caído?, ¿cuántas de aquellas chicas que fueron las primeras en cambiar los leotardos y la falda escocesa con el imperdible por los vaqueros, en liberarse del sostén y en abrazarse a su novio en la moto, aquellas que se rebelaron contra su destino, habrán muerto sin haber conocido una pasión?, ¿en qué pesebre de la derecha comerán y abrevarán ahora, después de haber adorado el corazón de Mao o asaltado el Palacio de Invierno, aquellos muchachos que querían cambiar el mundo?

sábado, 21 de enero de 2006

Tierras de cristal (Alessandro Baricco)

- 24 -

Porque es así como te fastidia la vida. Te pilla cuando todavía tienes el alma adormecida y siembra en su interior una imagen, o un olor, o un sonido que después ya nunca puedes sacarte de encima. Y aquélla era la felicidad. Lo descubres después, cuando ya es demasiado tarde. Y ya eres, para siempre, un exiliado: a miles de kilómetros de aquella imagen, de aquel sonido, de aquel olor. A la deriva.

- 25 -

Simplemente, sin que ni un solo rasgo de su rostro se moviera, y absolutamente en silencio, empezó a llorar, de ese modo que es un modo bellísimo, el secreto de unos pocos: los que lloran sólo con los ojos, como vasos llenos hasta arriba de tristeza, impasibles hasta que aquella gota de más al final los vence y se desliza por los bordes, seguida después por otras mil, y permanecen inmóviles allí mientras les cae encima su exiguo fracaso.

- 55 -

El sexo borra pedazos de vida que uno no es capaz de imaginarse. Quizá sea estúpido, pero la gente se abraza con ese extraño furor ligeramente pánico y la vida sale de él estrujada como un papelito apretado en un puño, escondido con un gesto nervioso de temor. Un poco por azar, un poco por fortuna, desaparecen en los pliegues de esa vida apelotonada jirones de tiempo dolorosos, o cobardes, o nunca comprendidos. Así es.

- 57 -

(…) estamos aferrados al tiempo, ésa es la verdad, porque el tiempo numera los conatos de ser que somos, minuto a minuto…

- 65 -

(…) "leer" no es otra cosa que mirar fijamente un punto para no ser seducidos, y destruidos, por el incontrolable deslizarse del mundo. No se leería, nada, si no fuera por miedo. O para aplazar la tentación de un incontrolable deseo al que, se sabe, no sabremos resistirnos. (…) Un libro abierto siempre es el certificado de la presencia de un infame -los ojos clavados en aquellas líneas para no dejarse robar la mirada por el ardor del mundo -las palabras que una a una comprimen el fragor del mundo en un embudo opaco hasta hacerlo gotear en pequeñas formas de cristal que se llaman libros -la forma más refnada de batirse en retirada, ésa es la verdad. Una porquería. Pero: "dulcísima". Esto es importante y será necesario recondarlo siempre, y transmitirlo, cada vez, de enfermo a enfermo, como un secreto, el secreto, que nunca desaparezca en la renuncia de alguien, que sobreviva para siempre por lo menos en la memoria de un alma agotada, y allí resuene como un veredicto capaz de acallar a quien sea: leer es una porquería dulcísima.

- 66 -

¿Quién puede comprender nada de la dulzura si nunca ha reclinado su propia vida, la vida entera, sobre la primera línea de la primera página de un libro?

- 135 -

(…) cuando la gente te diga que te has equivocado… y tengas errores por todas partes a tus espaldas, que te la sople. Recuérdalo, que te la sople. Todas las bolas de cristal que habrás roto no eran más que la vida… ésos no son errores… es la vida… y la vida verdadera tal vez sea precisamente la que se rompe, esa vida entre cien que al final se rompe…… yo esto lo he comprendido, que el mundo está repleto de gente que va por ahí con sus pequeñas canicas en el bolsillo… sus pequeñas y tristes canicas irrompibles… así que tú, pues, no dejes nunca de soplar en tus esferas de cristal… son hermosas (…) …no abandones nunca… y si un día estallan, eso también será la vida, a su manera… una maravillosa vida.

- 148 -

(…) la vida es esencialmente incoherente y la previsibilidad de los acontecimientos un ilusorio consuelo.

- 181 -

(…) al final hay siempre un mar en el que desembocar, para cualquier río…

- 231 -

Pero cuando te entran esas ganas enloquecidas de llorar, que te estrujan entero, que no consigues detener, entonces no hay manera de balbucir ni una sola palabra, no te sale nada, todo se te vuelve para atrás, todo dentro, engullido por esos malditos sollozos, naufragado en el silencio de esas estúpidas lágrimas. Maldición. Con todo lo que uno quisiera decir… Y, en cambio, nada, no sale nada.