jueves, 2 de junio de 2005

Pedro Páramo (Juan Rulfo)

- 23 -

Entonces oyó el llanto. Eso lo despertó: un llanto suave, delgado, que quizá por delgado pudo traspasar la maraña del sueño, llegando hasta el lugar donde anidan los sobresaltos.

No hay comentarios: